¡Rompe Ralph!

Desde el primer tráiler, ¡Rompe Ralph! se mostraba como la película de Disney destinada a atrapar a los jugones de medio mundo con las numerosas referencias y aparición de personajes clásicos de los videojuegos que todos queremos y conocemos.

Lejos de hacer una crítica a la película, vamos al meollo: ¿la peli cumple con las expectativas del jugón? Difícil respuesta esta. Pues sí y no, o cumple a medias. Si bien los primeros minutos son un despliegue de referencias, siendo la primeras Donkey Kong Jr. o Rampage, y continuando con un despliegue de juegos y personajes conocidos como Tapper, Street Fighter, Sonic, Pong, Pac-man, Q*bert y un largo etcétera, la película vuelve al poco rato a su cauce tradicional Disney (o Pixar) tirando de manual de guión estándar.

Sin embargo, las referencias siguen a lo largo de la película, en pequeñas dosis, con cosas como una seta de Mario Bros. o la archiconocida admiración de Metal Gear (incluyendo su característico efecto de sonido) que te arrancan una sonrisa, llegando a verse alguna cosa que te deja con la boca abierta como la “enorme” aparición del “código Konami” en un momento de la película. Sin duda, detalles que aderezan una película que de otro modo no sería digerible para algunos.

Por tanto, ¿merece la pena verla? Creo que sí. No va a ser la película de tu vida ni mucho menos pero, si te gustan los videojuegos esta película tiene las suficientes coñitas y referencias (sin llegar a la pesadez extrema del juego-homenaje de Retro City Rampage) para que los amantes de los videojuegos pasemos un buen rato.